Consecuencia de las revueltas generadas por el resultado del proceso electoral del 2017, el Gobierno actual esta llamando a un Dialogo Nacional, edición 2018.
Edición 2018, debido a que a lo largo de los últimos cincuenta ( 50 ) años, varios gobiernos han recurrido a este mecanismo, para apaciguar reclamos de la ciudadanía y generar una opinión publica favorable, tanto nacional como internacional.
Ejemplos: el que se convoco luego del Golpe de Estado del 2009 y termino en la creación de la Comisión para la Verdad , también el que se llevo a cabo para desarrollar el Plan de Nación, durante el gobierno de Porfirio Lobo Sosa.
Lamentablemente, en Honduras estos diálogos han resultado un fracaso, si los medimos en función de mejoría del bienestar social y económico de la población. Las mejores pruebas son el nivel actual de pobreza y la necesidad de llamar a otro dialogo nacional ahora.
Consideramos dos las razones fundamentales que provocan este fracaso:
1- En Honduras no es prioridad para ningún sector el bien común: 1.1- los gobiernos usualmente convocan a los grupos afines a sus intereses o aquellos comprometidos económicamente con su gestión, 1.2- Los asistentes llegan siempre con una larga lista de peticiones,bien gremiales o personales, muchas de las cuales son contradictorias entre si, nadie asiste con una propuesta de beneficio general, 1-3 – Los asistentes a estos diálogos desarrollados a lo largo de estos años , han sido los mismos, en su gran mayoría.
2-No se designa un ente con la fuerza necesaria para ejecutar y hacer cumplir a las partes lo acordado en el dialogo.
En conclusión , históricamente los diálogos nacionales no han tenido sustancia ni estructura, utilizándose como un instrumento para liberar presión y luego continuar en lo mismo.
Veremos que nos depara la edición 2018.